Como emprendedores es fundamental sabes comunicar para hacer llegar nuestras ideas a inversores, coworkers o inversores. Aquí te doy algunos consejos que creo que debes tener en cuenta si vas a hablar en público.

1- Háblales “en su idioma”

Emplear un lenguaje extremadamente técnico y con un contenido solo apto para expertos provocará desconexión (te darás cuenta cuando todos tengan la cabeza baja y el reflejo de sus móviles en la cara).

2- Acércate a ellos

Ser el ponente te confiere una posición de dominancia absoluta, incluso cierto “endiosamiento”.

Para empezar, estamos de pie y ellos están sentados. Tú en una tarima que hace que te vean aún más alto. Hablas en voz alta y ellos callados.

La situación, ya de por sí, te hace distante y eso puede hacer que tu mensaje no llegue al fondo de cada oyente.

Un muy buen consejo es bajarte del escenario y mezclarte con la gente, con ello demuestras cercanía, improvisación.

Emplear ejemplos y contar experiencias siempre hace que se identifiquen y facilita muchísimo las explicaciones.

Los más experimentados harán uso del lenguaje de impacto ( las cosas claras y el chocolate espeso )

3- No emitas, comunica.

No eres una radio, a la que alguien acciona el botón “Play” y sueltas toda la artillería.

Comunicar supone cerciorarse de que el mensaje que estas emitiendo esté llegando, y que este siendo recibido como queremos. No es una tarea fácil, si consigues hacer llegar el mensaje y además, que haya sido entendido es que has comunicado bien.

Otro tema a tener es que más del 80% de la comunicación es no verbal, es decir, gesticular, ejemplificar físicamente y ser buen interprete, puede facilitarte muchísimo el trabajo.

4-No te escondas.

Odio los atriles. Las mesas y todos los obstáculos que te distancian de la audiencia, además de ser peligrosos ya que si hicieses una buena presentación, te movieses del sitio en algunas ocasiones, puede hacerte tropezar. Es un signo de debilidad, de miedo y de desconfianza.

Ya hemos hablado de acercarnos a los oyentes, pero un consejo propio, es el hecho de remangarse la camisa, por ejemplo. No es la primera vez que veo a un ponente que en el momento de la verdad, se aprieta la chaqueta como si se tratase de su escudo protector.

A no ser que seamos un dictador no tenemos necesidad de imponernos ante nadie.

5-Que conozcan tu Hoja de Ruta.

Hay distinta opiniones sobre si es bueno o no que conozcan los puntos que vas a tocar. Hay quien piensa que puede hacer que los receptores desconecten hasta su punto de interés y si no lo haces favoreces que exista ese suspense que podría aumentar la atención aun más.

Yo, personalmente pienso que está bien dejar marcados los temas a tratar. Deben ser 3-4, pero tener presentes los 4 capítulos de tu ponencia te pueden dar seguridad a la hora de explayarte en un tema, poder improvisar y añadir valor con experiencias o casos personales.

Por supuesto, invito a que todos opinéis en los comentarios.

6- El humor, con responsabilidad por favor.

El ser capaz de introducir una nota de humor en tu exposición es un arte.

La delgada línea que separa la simpatía de la falta de profesionalidad es tan fina que la mayor parte de la gente o se pasa o no llega.

Los chistes siempre sobran a no ser que sirvan de ejemplo para aclarar nuestro mensaje.

No olvidemos que hablar con una sonrisa ya puede ayudar a “sazonar” bastante la comunicación.

7- Deja la puerta abierta.

Cuando consigas interesar y apasionar a tu Auditorio con tu mensaje, no lo “dejes con en ascuas”: indícales cómo pueden seguir profundizando en el tema.

¡Cierra!